Dentro
de dos meses, el 25 de mayo, los electores españoles elegirán a sus 54
diputados europeos. Es importante que, esta vez, a la hora de votar se sepa con
claridad lo que está en juego. Hasta ahora, por razones históricas y
psicológicas, la mayoría de los españoles –jubilosos de ser, por fin,
“europeos”– no se molestaban en leer los programas y votaban a ciegas en las
elecciones al Parlamento Europeo. La brutalidad de la crisis y las despiadadas
políticas de austeridad exigidas por la Unión Europea (UE) les han obligado a
abrir los ojos. Ahora saben que es principalmente en Bruselas donde se decide
su destino.